Hoy hablaremos de una misma promesa en dos partidos políticos antagónicos: Partido Popular y Partido Socialista prometen no aplicar el copago sanitario si gobiernan. También ha dicho sin embargo el Partido Popular que menos las pensiones, todo lo demás está en el alero. Antes hemos oído que prometer hasta meter – la papelea en la urna -, el puente sobre el río del pueblo y cuando no hay río sobre el que hacer el puente, se promete el puente y de paso el río. El viejo profesor, el que fue alcalde de Madrid por el partido socialista, Tierno Galván, dijo que las promesas electorales están hechas para no cumplirse y todos tenemos noticias de otras promesas sobre otras materias, pero hoy vamos a lo que vamos.
Lo del copago que todos niegan pero servidor no se fía un pelo, quiere decir que, de aprobarse, significará que cuando usted o yo mismo acudamos a cualquier servicio de la sanidad pública, tendremos que pagar la parte que nos corresponda, con lo cual se producirá un doble pago: el que ya hemos hecho vía impuestos y aportación a la seguridad social y lo que nos obliguen a pagar por el acto médico, con lo que siempre que pasa igual ocurre lo mismo a pagarlo pebrereta, es decir los que hasta ahora estamos protegidos por una de las esquinas del bienestar social. De modo que cuando escuche usted hablar de copago en serio y como proyecto de ley llegado el caso, ya puede echarse a temblar.
Por lo demás, recordemos que este domingo que está a punto de llegar, ofrece un mínimo de ejercicio de la soberanía a los ciudadanos, que teóricamente la tienen toda, para que voten lo que les salga de la papeleta o de las entrañas mismas, porque dada la situación de lo financiero y después de saber quien manda, es decir el capitalismo financiero, da igual tres que treinta y tres. Al menos hasta que la política decida amordazar a los mercados, lo que ya está tardando.
Lo del copago que todos niegan pero servidor no se fía un pelo, quiere decir que, de aprobarse, significará que cuando usted o yo mismo acudamos a cualquier servicio de la sanidad pública, tendremos que pagar la parte que nos corresponda, con lo cual se producirá un doble pago: el que ya hemos hecho vía impuestos y aportación a la seguridad social y lo que nos obliguen a pagar por el acto médico, con lo que siempre que pasa igual ocurre lo mismo a pagarlo pebrereta, es decir los que hasta ahora estamos protegidos por una de las esquinas del bienestar social. De modo que cuando escuche usted hablar de copago en serio y como proyecto de ley llegado el caso, ya puede echarse a temblar.
Por lo demás, recordemos que este domingo que está a punto de llegar, ofrece un mínimo de ejercicio de la soberanía a los ciudadanos, que teóricamente la tienen toda, para que voten lo que les salga de la papeleta o de las entrañas mismas, porque dada la situación de lo financiero y después de saber quien manda, es decir el capitalismo financiero, da igual tres que treinta y tres. Al menos hasta que la política decida amordazar a los mercados, lo que ya está tardando.
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