Por una vez y sin que sirva de precedente me declaro admirador de Papandreu, el primer ministro griego, que con solo anunciar una intención ha sido capaz de poner en fila a los bancos, a los brokers, a los especuladores financieros, a las agencias de calificación, a los mercados financieros todos, porque en un arranque de no se sabe muy bien qué, ha decidido convocar un referéndum para que los ciudadanos griegos digan lo que piensan de la situación económico-financiera de su país y se ha hecho pipí y caca con todo lo que puedan decir Zarkoussy, Angela Merkel y sum sum corda, juntos y revueltos si es menester. El euro se va al carajo, dicen unos; Grecia será expulsada de la zona euro, claman otros; esta es otra crisis sobre la crisis que ya nos ha venido jodiendo en los últimos tres años. Y el primer ministro Papandreu, que es el autor de la alarma dicen que social, pero que solo es económico-financiera dice que la convocatoria de un referéndum para que sus ciudadanos digan lo que piensan de toldo el meollo que les – nos – está llevando por la calle de la amargura, no es si no un ejercicio pleno de democracia y la democracia es más importante que los mercados, por fin un político se permite poner orden, que el orden de los factores si altera el producto en este caso. Solo el Presidente Obama, ya saben, el hombre que preside el país más poderoso del mundo, ha permanecido sin juzgar a su homónimo heleno por el anuncio de convocatoria. Se ha limitado a darse por enterado sin hacer juicios de valor.
Uno, en su modestia profesional y de la otra está ya hasta el moño de que haya gente que cuando el mundo las está pasado canutas porque en gran parte lo único que tiene es paro, haya gente que, agarrada a los beneficios de la locura de los mercados diga que ojalá esta crisis mundial siguiera de por vida, miren lo que está ganando el mozo. Tal vez si hubiera muchos Papandreu los mercados financieros no nos estarían dando tanto por el saco.
Uno, en su modestia profesional y de la otra está ya hasta el moño de que haya gente que cuando el mundo las está pasado canutas porque en gran parte lo único que tiene es paro, haya gente que, agarrada a los beneficios de la locura de los mercados diga que ojalá esta crisis mundial siguiera de por vida, miren lo que está ganando el mozo. Tal vez si hubiera muchos Papandreu los mercados financieros no nos estarían dando tanto por el saco.
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