El asombro, que es el punto de apoyo sobre el que se levantan los contenidos de la reflexión diaria de este servidor, recogen hoy unas declaraciones del candidato del PSOE a las próximas elecciones generales. Ha dicho el señor Rubalcaba, que “tal vez nos estemos pasando en lo del ahorro” lo que puede ser que sí, que tal vez y puede que no, pero a uno se le ha quedado el cuerpo un poco más tranquilo. Con la crisis y sus movidas, que no hacen cada día menos competitivos, más pobres, más tristes, más desesperanzados y más inútiles como consecuencia, que de momento alguien Acusa a los medios para decir que tal vez no sea para tanto, sorprende. Hombre, sorprende porque la diferencia de la situación española con la del resto de países ricos y medioricos de la Unión Europea, más que el déficit es la sangrante situación del desempleo, que no levanta cabeza y no lo hará, digan lo que quieran los que se van y los que vendrán, mientras los créditos no fluyan para con las empresas medianas y pequeñas sobre todo, porque para las otras nunca dejo de fluir y que le pregunten a la Ford, por ejemplo, cuando le han fallado las subvenciones del Consell.
La economía en particular y la situación en general, al menos en España, cambiará cuando la creación de puestos de trabajo se recupere y eso solo será posible si los empresarios pierden siquiera un poco del miedo que ahora mismo les atenaza. No es un problema tanto de dinero como de confianza. Confianza en uno mismo y confianza de los que de una vez por todas debían comenzar a ser realmente agentes sociales al servicio de una sociedad a la que se han dedicado a machacar hasta ahora, digo de los bancos y sus malditas hipotecas, autores inequívocos de aquella burbuja que nos estallo a todos en los morros, incluido en Banco de España que no paró de vigilar a las Cajas pero jamás actuó para frenar el sunami
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