lunes, 19 de diciembre de 2011

Huelga farmaceutica -Juan Soler-


Pues si. Esta mañana la oficina de farmacia que uno tiene fente a su casa, pasadas las nueve de la mañana que es cuando servidor ase pone en la calle, estaba cerrada. La farmacia, digo.

Cerrada a cal y canto y con la puerta metálica cerrada para que nadie tuviera dudas. El impago del Consell a los farmacéuticos ha hecho que estos tuvieran que tomar medidas y Las han tomado: las medidas han sido ponerse en huelga de tres días y que cada cual se las arregle como pueda.

Para el dolor de cabeza y durant estos días si usted no dispone en el botiquín casero de la correspondiente aspirina, ya puede ir preeparandoi un buen martillazo en todo el coco, con lo que el dolor interno desparece inmediatamente y así todo seguido para cualquier dolencia, sea de la gravedad que sea. Los farmacéuticos están en huelga y no será este cura quien ose reprochárselo.

Topdo el mundo tiene derecho a cobrar por su trabajo y todo el mundo lo tiene para defender sus intereses. Tanto tiempo tanto dinero sin cobrar acaba con cualquier capacidad de fiunanciación, por mucho que los farmacéuticos no tengan fama pobresprecisamente. Han ahora se ha tenido que polner a la altura de los trabajadores y de UGT y CC.OO. obreras para salvar sus intereses, lo que no deja de tener su aquel: llega la huelga farmacéutica como consecuencia de un Consell, tan dado al boato y a los gastos suntuosos que al final no ha podido pagar las recetas a las farmacias. Digamos, porque callarlo sería injusto, que no es el actual gobierno autonómico y su presidente quienes se dedicaron a malgastar. Son los que ahora se sientan en el banquillo, los que destrozaron la economía de esta comunidad de sus pecados y no los que cargan con sus consecuencias, Alberto Fabra al frente, que es quien tendrá aue hacer mangas y capirotes para poder reunir algoi de dinero para pagar las píldoras de los jubilados. Quien te ha visto y quien te ve.

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