Un día le calientan el lomo los maderos, a un no hay día sin que en este país, el País Valenciá, digo, no tengamos que lamentar algún disparate. un par de decenas de estudiantes por manifestarse públicamente, a lo que tienen derecho y lo hacen porque los manifestantes han taponado una calle, y dos semanas después, los falleros cortan no una sino centenares de calles porque plantan en ellas además de las fallas el casal para celebrar allí sus desayunos, comidas y cenas además de las merendolas y los cohetes sin que nadie ose preguntar si aquello es justo y necesario.
Bueno, pues ahora a la radiotelevisión valenciana Iberdrola le ha cortado el suministro eléctrico de su repetidor en Vilafranca, porque el enganche estaba sin contrato, con lo que la comarca dels Ports se había quedado sin ver Canal Nou, lo que tampoco puede considerarse una desgracia, dado lo que hay que ver. Iberdrola diciendo que aquel suministro no tenía contrato y Canal Nou se entera después de veinte años de estar enganchados a la energía eléctrica sin pagar un euro. Ahora, leemos, los técnicos del Canal Nou han de hacer ciento setenta kilómetros para llevar combustible al generador que han instalado y se pregunta uno en su ignorancia: ¿Es que en Vilafranca no hay gasolineras?
Lo cierto es que durante los últimos veinte años Iberdrola ha venido suministrando energía al repetidor en una instalación sin contador. Para tomárnoslo en serio, recuerden ustedes la de domicilios, habitados por gente probes, a los que les da igual tres que treinta y tres a los que Iberdrola se la sopla, largan un cable del chabolo a la red de alta tensión con la ayuda de una piedra atada al cable y ya tienen el suministro. Iberdrola, aunque por razones distintas les permite el asalto a sus líneas de suministro, a los probes y a Canal Nou. La cosa va entre iguales.
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