Es tiempo de decir adiós al otoño, del que George Sand dijo que “es un andante melancólico y gracioso que prepara admirablemente el solemne adagio del invierno”.
Los que participamos en las clases de la Uned Senior estamos especialmente vinculados a esta estación. Muchos de nosotros somos, en años, otoño. La poética caída de la hojas se corresponde con algunas de nuestras no tan poéticas caídas. Las clásicas evocaciones otoñales de los colores cambiantes de la naturaleza, del enriquecedor silencio, de la suave y dorada luz, se asemejan a algunos de nuestros sentimientos y sensaciones. Quizá a nuestra edad compartamos con el otoño su nostalgia y su melancolía, pero su tiempo es también de madurez y crecimiento interior
Mi adiós al otoño lo visualizo con algunas de las fotografías que el pasado noviembre hice en la zona de El Port y la Tinença de Benifassà. Como enriquecedor complemento literario de ellas transcribo la poesía “Otoño” de Juan Ramón Jiménez:
“Esparce octubre, al blando movimiento
del sur, las hojas áureas y las rojas,
y, en la caída clara de sus hojas,
se lleva al infinito el pensamiento.
Qué noble paz en este alejamiento
de todo; oh prado bello que deshojas
tus flores; oh agua fría ya, que mojas
con tu cristal estremecido el viento!
¡Encantamiento de oro! Cárcel pura,
en que el cuerpo, hecho alma, se enternece,
echado en el verdor de una colina!
En una decadencia de hermosura,
la vida se desnuda, y resplandece
la excelsitud de su verdad divina.”
Sencillamente fantastico¡¡
ResponderEliminarFeliz entrada del invierno, climatológio, claro.
Pilar